Elsa y Wendi son dos hermanas labradoras que viven felices en una finca. Son muy buenas y cariñosas, pero como cachorras que son, son bastante «trasto» y hace unas semanas rompieron una bolsa de veneno para roedores e ingirieron varias pastillas.
Sus dueños se dieron cuenta a los pocos minutos y acudieron a nosotros urgentemente. Al llegar a la clínica les provocamos el vómito y les hicimos una analítica completa a cada una. Decidimos hospitalizarlas para comenzar con el tratamiento e intentar acelerar un poco el tránsito intestinal para que evacúen los posibles restos de veneno lo más rápido posible. Además debemos mantenerlas en observación al menos 24 horas ya que estos venenos actúan como anticoagulantes y pueden provocar sangrados internos por lo que debemos mantener una estrecha vigilancia.
Estas dos hermanas superan el incidente sin más complicación que un ligero daño hepático transitorio, por lo que les damos el alta para continuar con su medicación en casa. A día de hoy ya están completamente recuperadas y siguen haciendo de las suyas en su finca.
Comentar