Esta es Nela, una perrita de 6 años de raza Galgo español, perrhija de nuestra peluquera Coral Castaño. Nuestra compañera ha llegado a casa después del trabajo y se ha encontrado a Nela con este tremendo corte en la zona lumbar. Vive en una finca, por lo que seguramente se haya cortado con una valla o algo afilado.
Estas heridas siempre es mejor intervenirlas cuanto antes, ya que con el paso del tiempo la piel se va necrosando, se retrae y tiene más probabilidades de infectarse. Además, la intervención es más invasiva y compleja, ya que tenemos que retirar este sobrante piel «muerta» para que cierre correctamente a partir del tejido sano. En la siguiente imagen se muestra la herida una vez suturada y con un spray de plata que ayuda a la cicatrización y la higiene de la herida quirúrgica para que no se infecte.
El tratamiento para Nela en este caso es un antibiótico de amplio espectro, antiinflamatorios, curas y collar isabelino. Este último es muy importante para evitar que se laman la sutura o que incluso se quiten los puntos, si esto sucede la herida volverá a abrirse y, además, se habrá infectado debido a la cantidad de bacterias existentes en la boca de los animales. El dicho de que «la saliva de perro cura» es totalmente un mito.
A día de hoy, nuestra pequeña está totalmente recuperada y al haberle crecido de nuevo el pelo rasurado la cicatriz apenas se le nota.
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