El caso de Gris es bastante habitual en nuestros felinos; se ha caído de la ventana a la calle. Este hecho es tan habitual que tiene su propio nombre clínico, conocido como «síndrome del gato paracaidista». Aunque los gatos son animales muy ágiles, también pueden tropezar y caerse o simplemente distraerse con insectos y pájaros, querer cazarlos y saltar de la ventana sin pensar que no hay suelo debajo.
En estos casos, a parte de una exploración física exhaustiva, debemos realizar siempre varias pruebas tales como analíticas sanguíneas, radiografías seriadas y ecografía, para descartar completamente que no existan daños a nivel interno. Las consecuencias más habituales en estos casos son fractura del paladar blando, neumotórax y fractura de alguna extremidad, ya que normalmente caen de frente, pero si se dan con algún toldo o tendal se desequilibran y pueden presentar otras patologías.
Gris se presenta en consulta con una cojera sin apoyo de la extremidad posterior izquierda, pero el resto de exploración física es normal, así como las analíticas y la ecografía. La radiografía de la extremidad muestra una fractura Salter Harris de los cóndilos del fémur. Estas fracturas se denominan así porque afectan a las líneas de crecimiento del hueso, por lo que son propias de animales muy jóvenes aún en desarrollo.
Gris es hospitalizado 24 horas en observación para constatar que no tiene problemas derivados del trauma que aún no se hayan manifestado en la exploración y las pruebas. Además, con la hospitalización conseguimos ofrecerle una buena analgesia vía endovenosa y reposo estricto, a la espera de intervenirle quirúrgicamente para reducir la fractura. La evolución es favorable, por lo que entra en quirófano a las 48 horas de ser hospitalizado. La cirugía consiste en reducir la fractura y colocar unas agujas de Kirschner para fijar el hueso y que suelde correctamente. Esa misma tarde le damos el alta a Gris, pautándole antibióticos y antiinflamatorios, así como revisiones y radiografías seriadas hasta darle el alta definitiva. En la siguiente imagen vemos cómo ha quedado la fractura reducida tras la operación.
Gris evoluciona favorablemente, estando todo correcto durante las revisiones pertinentes, a las pocas semanas ya es capaz de caminar sin cojear y saltar sin problema.
A los 4 meses, Gris empieza a cojear un poco de nuevo y le sale una bolita de líquido en la zona de la rodilla. Los implantes óseos tales como agujas, tornillos, placas, etc. con el tiempo pueden ser rechazados por el cuerpo, ya que son algo ajeno a este y entonces deben retirarse. Como el hueso ya está totalmente soldado y las líneas de crecimiento están cerradas, extraemos las agujas para que dejen de darle problemas.
A día de hoy ya han pasado varios meses desde la extracción y Gris está estupendamente, corriendo y saltando por toda la casa, ¡le deseamos que así siga!
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